Esta es una historia que nos ha sorprendido. Algo que no esperábamos, ni habíamos imaginado, pero que es una realidad gracias a dos jóvenes especiales con quienes hemos tenido la suerte de coincidir.

Empezó cuando Guille vino a su primer Campus BYBD. Se marchó con ganas de repetir y queriendo que un amigo suyo lo experimentase también, así fue como conocimos a Diego. Cuando excedieron la edad para seguir participando como alumnos, no se quisieron marchar.

Nos pidieron pasar al otro lado, o sea ayudar a nuestros entrenadores, y así fue. Ambos tienen previsto completar su formación como entrenadores y también se han inscrito en la 2ª edición del Curso BYBD de Desarrollo Personal Aplicado al Entrenamiento Deportivo.

Su historia es muy especial para nosotros, porque son las primeras personas que van a vivir nuestra filosofía de trabajo desde todos los ángulos posibles. Son los primeros en crecer con nosotros, en quererse quedar para trasladar a otros lo que a ellos les ha servido y en querer conocer la parte teórica de lo que ya han experimentado en la práctica.

Es una alegría que quisieran probar una nueva forma de entender el deporte, que les haya servido y que hayan querido quedarse, tratando de superarse cada día. Con su ejemplo nos han enseñado a nosotros y han inspirado a otros jóvenes que seguirán sus pasos ya en nuestro próximo campus de Semana Santa. Seguimos aprendiendo y disfrutando juntos. ¿No es genial?