Al hilo de nuestro artículo sobre las consecuencias de la crítica en los niños queremos ir un paso más allá para luchar contra la lacra social que es el acoso escolar.

Lo ideal sería prevenirlo. Para ello habría que formar la dimensión emocional de los niños y evitar exponerlos a cualquier tipo de violencia directa (física, verbal o psicológica), en su entorno; o indirecta, a través de los medios de comunicación.

Muchos casos de mal comportamiento se deben a problemas de tipo emocional. Los colegios se ocupan del desarrollo cognitivo o racional del niño; sin embargo, la gestión de las emociones no se trabaja de manera formal en ninguna parte.

BYBD es especialista en el desarrollo de la dimensión emocional de las personas.

Por otro lado, en relación con la violencia, la psicología ha demostrado que los niños que observan comportamientos violentos tienden a reproducirlos y a ampliarlos, añadiendo nuevas formas de intimidación de su cosecha; y que cuando un niño agrede tiene más posibilidades de escalar en su comportamiento agresivo, sobre todo si obtiene ventajas con ello y no se le corrige.

Cuando el problema ya ha surgido hay que intervenir cuanto antes. Si la violencia se desarrolla en el colegio las medidas correctoras atañen a más personas. Por ello, vamos a repasar cómo actuar frente al acoso escolar en función de los distintos implicados:

  • La víctima. Hay que enseñarle a identificar el acoso y darle herramientas eficaces para denunciarlo. Debe entender que contar lo que le sucede no le convierte en chivato, ni es muestra de debilidad; es impedir que otros pasen por lo mismo. Hay que protegerlo, evitar su aislamiento e impedir que su esfuerzo caiga en saco roto.

BYBD trabaja el carácter del niño, refuerza su autoestima y le proporciona una vía de escape adicional.

  • El acosador. Debe evitarse que el agresor rentabilice su mal comportamiento. Se trata de enseñarle que lejos de lograr beneficios, se perjudica, desacredita y aísla a sí mismo. Hay que dar la vuelta a su punto de vista e impulsar su empatía.

BYBD fomenta en los niños el desarrollo de valores básicos para la convivencia.

  • Los compañeros. Son testigos y grupo, dos herramientas de peso para zanjar el problema. Hay que movilizar a estos niños, enseñarles a identificar el acoso y a actuar frente a él. Es importante que los compañeros:
    • No fomenten la violencia. Tengan conciencia de equipo y entiendan que lo que hoy le pasa a un compañero mañana puede pasarles a ellos.
    • Informen del acoso sin por ello ser chivatos. Mostrarles que no actuar les convierte en cómplices.
    • Ayuden al compañero acosado. Enseñarles cómo se siente y qué efectos positivos tienen en él la escucha o la compañía de los demás.

Con BYBD los niños aprenden a ser felices y a hacer felices a los demás.

  • Los profesores. Son los adultos más próximos a los escolares. Su implicación es básica para detectar, solucionar y seguir estos casos. Deben actuar con rapidez; hablar con acosador y acosado, por separado, para entender el problema y decidir la solución; mostrar su apoyo al acosado y su disponibilidad para ambos; y hacer seguimiento. Si la situación persiste debe involucrarse a los padres.

En los colegios, BYBD potencia las habilidades del profesor: liderazgo, comunicación, manejo de conflictos, cohesión de grupos…

  • Los padres. Pueden detectar si su hijo está siendo acosado o es acosador. Para ello deben mantener una relación de confianza con el hijo, observarlo y hablar a menudo con él sobre el colegio (qué amigos tiene, qué problemas le surgen, dónde, cómo los resuelve…). Fijarse si vuelve con marcas, triste, si no duerme, no quiere ir al cole… Si identifican acoso deben informar al colegio; nunca recriminar al niño, ni empujarle a que resuelva este problema solo.

BYBD también entrena a los padres (escucha, intuición, relaciones familiares…).

En resumen, frente al acoso escolar hay dos cosas que la sociedad debe hacer: 1) prevenir nuevos casos, educando la dimensión emocional de los niños y limitando su exposición a situaciones de violencia y 2) prepararse para saber actuar cuando los problemas surgen. Saber y no hacer, no sirve de nada. Por eso, BYBD trabaja para llevar su formación complementaria, en Desarrollo Personal, a la mayor cantidad posible de niños; de forma directa y a través de colegios o clubes de fútbol.